Cayo apareció abandonado en una vía de la capital, alguien lo dejó allí para que lo recogiésemos y que su suerte cambiase. Cuando llegó al albergue se mostró jovial, algo tímido pero sociable, después de unos cuantos días se atreve a jugar con los perros grandes y con cualquiera. Es un cachorro muy simpático y encantador, en realidad será la delicia de su familia. Cayo no será muy grande pero tampoco pequeño, tendrá el tamaño ideal para darse largos paseos con su familia y acompañarles a cualquier sitio que vayan. Cayo es encantador. Ven a conocerlo y te enamorará.